Colmejía
Institución Educativa Arturo Mejia Jaramillo
En el año 2004, El colegio celebra por todo lo alto sus primeros 40 años. Se organizaron gran cantidad de actividades Iniciando con una gran alborada donde los estudiantes y demás participantes dieron rienda suelta a su espíritu joven y entusiasta.

Celebración similar se vivió en el 2005, celebrándose además una gran fiesta que sirvió para integrar a muchos exalumnos.
Los inicios del colegio
Especialidad en Biología y Química
Especialista en educación Ambiental
Por esos días Cogollos había llegado al consultorio del Dr. Lisímaco en busca de una atención médica para su pequeña hija enferma y allí en medio de las conversaciones y el agradecimiento de éste le pregunto al doctor Reyes cual era la necesidad más sentida en Lérida, y este de inmediato le manifestó sin pensarlo dos veces que un colegio.
Según un escrito del propio doctor Reyes, esta es la Historia:
Por: Dr. Lisímaco Suárez R.
“El 8 de febrero de 1957 es un día importante en la historia de la educación de Lérida por cuanto en tal fecha se realizó la fundación del Colegio “ARTURO MEJIA JARAMILLO” por el señor Hernando Cogollos, ex grumete de la Escuela Naval de Cartagena, En alguna ocasión hallándose en mi consultorio el señor Cogollos me preguntó: Qué es lo que más necesitan los leridenses en este momento? Le contesté de inmediato: El Colegio. Me replicó: Si usted me colabora, hablaré con don Arturo Mejía Jaramillo y conseguiremos el Colegio.
El 20 de enero de 1957 e! Alcalde Cogollos ya había logrado que el antioqueño Mejía Jaramillo, dueño de la Hacienda Montalvo para que se constituyera en benefactor del plantel, el cual inició labores en la fecha predicha con la siguiente nómina de profesores; Hernando Cogollos, como director y profesor de Inglés; el Dr. Valentín Moreno, abogado, para Historia; el Dr. Álvaro Lucena Bonilla, también abogado para Geografía; el Dr. Miguel Forero, ingeniero, para Aritmética; el Dr. Lisímaco Suárez Reyes, médico para Biología y Castellano; El presbítero Zacarías Bizkarguenaga para Religión pero declinó su nombramiento en la señora Candelaria de Bermúdez; el 8 de febrero la señora Cecilia Bermúdez de Lucena fue nombrada como Directora de la Sección Femenina.
Todos los anteriores profesores laboraron gratuitamente. El Colegio estaba regido por una consiliatura formada por seis miembros:
Por el Dr. Lisímaco Suárez Los directores posteriores a Hernando Cogollos fueron: Ramiro Tamayo, Alcira Blanco. En 1958 el Concejo Municipal asumió la dirección del establecimiento para luego nombrar al ilustre pedagogo Gentil Reina. El 3 de diciembre de 1958 el Concejo Municipal suprimió el Colegio de Bachillerato de Lérida, dejando en orfandad intelectual a las generaciones anhelantes de estudio.
En los años siguientes don Eugenio Sánchez y el suscrito gestionamos incansablemente ante la Asamblea Departamental la nueva apertura del Colegio, lográndose que el 30 de noviembre de 1964 se dictara la Ordenanza respectiva, pero solo el 1° de junio de 1966 se reabrió e! Colegio bajo la dirección de Franco Barragán, cuyo nombramiento fue promovido por el Subdirector de Educación Hildebrando Acero.
Desde entonces el Colegio ARTURO MEJIA JARAMILLO ha funcionado progresivamente habiendo entregado ya promisorias promociones de Bachilleres. En esta segunda etapa el padre Diego Rivera, el Concejo, las autoridades y la ciudadanía en general cooperaron admirablemente”.
El Santandereano Hernando Cogollos Larrarte, fué su primer rector, este había sido grumete de la Escuela naval de Cartagena, y se desempeñaba como burgomaestre en la alcaldía de Lérida, cargo que había aceptado hacia poco por ganarse la simpatía popular y gracias a su dinamismo.
Cogollos había ido a la hacienda de Montalvo como Inspector de Aguas; y como tal, le habían contratado en Bogotá, en “Electro-aguas”, (hoy llamado Himat). Para que trabajara como topógrafo en la apertura de la acequia en la inspección departamental de La Sierra.
Como grumete que había sido, era un hombre enérgico, activo, versado en matemáticas y aún más todavía en el inglés, el cual hablaba con modismos y paralelos en razón a haber vivido en los Estados Unidos.
Ahora bien relacionado con el general Gustavo Rojas Pinilla, que era el presidente de la república en ese tiempo, pronto desde los primeros días de enero se hizo nombrar por el Gobernador del Tolima, (coronel Cuellar Velandia), alcalde para Lérida.
El señor Manuel Toro de la hacienda Albania fue un motivador excelente para que Don Arturo Mejia Jaramillo tuviera en su mente y en su corazón el apoyar al Colegio.
¿Quién fue don Arturo Mejía Jaramillo?
La persona que ofreció el mayor respaldo para organizar el colegio fue el dueño de la hacienda Montalvo, (en esa época el señor Arturo Mejia Jaramillo); Un antioqueño bastante acaudalado, quien no tenía herederos y quien mostró mucho interés en colaborar con el sostenimiento del plantel, el pago de profesores, además de muebles y libros para los estudiantes, etc.
El apoyo no se hizo esperar, ya estaban listos tres escritorios de siete gavetas grandes, hermosamente taponados para los catedráticos, junto con 50 pupitres bipersonales para dos salones; Lo mismo que 30 cornetas grandes, con 30 tambores entre los cuales 15 eran propiamente cajas, el bastón de mando y los uniformes oscuros de un color verde botella.
Contribuyó con los gastos de la primera comunión de algunos de los estudiantes, y fue tal su generosidad que el costo supero los $ 400.000 mil pesos como lo atestiguan docentes que aún sobreviven.
Don Arturo era un hombre de talla ministerial, de una estatura no menos de un metro con ochenta centímetros. Rubio, ojiazul, que lo agraciaba más por ese color nacarado de sus cabellos que contrastaba con el rosado de su cara, donde se adivinaba la sangre pura y sutil.
Era tan agradable oírlo hablar, que esos 60 años en ese cuerpo atlético parecía que estremecieran la carne con sentimientos y emociones exquisitas en nuestra propia alma.
La fatalidad a finales del año 1.957 le llevó a padecer de un meningioma que degeneró en carcinoma cerebral. Cogollos llevó a los alumnos a su entierro en Bogotá.
Arturo Mejia Jaramillo tenia por costumbre en navidad, regalar a todos los niños sin excepción un corte para un pantalón. Una camisa, unas colombinas y un carrito o una muñeca según fuera niño o niña.
El primer día de clases
El colegio inició labores el 8 de febrero de 1.957 con los cursos de 5º de primaria y 1º de bachillerato masculino y femenino, pero en salones diferentes.
Lo hizo en el edificio donde funciona actualmente la alcaldía, pues no se encontró otro lugar apropiado y se sacrificó la comodidad de los funcionarios por atender una obra de gran magnitud como la que se proponía.
Sus primeros docentes fueron: el doctor Valentín Moreno Salazar, (abogado), para la clase de historia. El doctor Alvaro Lucena Bonilla (abogado titulado), en la cátedra de geografía.
El doctor Miguel Forero (Ingeniero que duró muy poco), para la aritmética. El doctor Lisímaco Suárez Reyes, médico e institutor para Biología y castellano. Para religión fue nombrado el presbítero Zacarías Bizkarguenaga, pero declinó su nombramiento en la señora Candelaria T. de Bermúdez, (Doña Canducha), la cual fue profesora ad honorem durante todo el año.
La señorita Cecilia Bermúdez fue nombrada como directora de la sección de señoritas y pronto pasó a dictar aritmética en el grupo de los varones; Por medio de su metodología diluía los contenidos en la mente de sus alumnos tan fácilmente que pasaban como el agua a la inteligencia sin ningún tropiezo, profesora tan recursiva, tan amiga de lo natural y que de cierto muy pocas veces se ven. Posteriormente fueron contratados los profesores Ramiro Tamayo y Alcira Blanco.
El desafortunado segundo año
En este año funcionaron los cursos primero y segundo de bachillerato únicamente para varones pues era un escándalo que fuera mixto.
En esa época las personas pudientes acostumbraban a enviar sus hijos estudiar a la capital y era mal visto que se crearan colegios en los pueblos.
Por su poder lograban hacerlos cerrar pues el orgullo de ellos era que solo sus hijos estudiaran, era una visión pequeña y mezquina de las gentes de entonces.
El colegio estaba regido por una consiliatura, una junta superior que regia los destinos de plantel, y que de vieja data era dirigida por un cacique político cuyas proposiciones pasaban los tres debates reglamentarios sin la menor discusión y sin disentir lo que se proponía, sin mirar si era positivo o no, pues nadie se atrevía a discutir los proyectos.
El presidente del consejo no era mas que un capataz, que solo veía enemigos en los estudiantes, fue así como con gran algarabía, con pompa y fiesta don Arcesio Molina cerraba por acuerdo municipal el plantel y no hubo quien le pidiera cuentas.
Fue nombrado luego Ramiro Tamayo como director quien paso con la brevedad de lo inmediato a ejercer su puesto, Ramiro era un hombre muy preparado, había bebido como antioqueño, de las fuentes de la ilustración, en las cristalinas aguas de la Universidad de Antioquia, allí había aprendido a organizar y dirigir; en sus cátedras, tan solo un dibujo y un esquema le bastaban para iniciar sus clases.
Era un muchacho temperamental, tenía su genio y su acuciosidad para ello.
El romance presente
La nota romántica de los orígenes del plantel, la colocó el matrimonio de la señorita directora de la sección de señoritas y el doctor Avaro Lucena Bonilla que dejó como consecuencia, acéfala la sección.
En su reemplazo fue nombrada la señorita Alcira García Blanco, joven aun, pero muy hábil, conocía a fondo las materia que daba, las estudiaba de verdad las analizaba con facilidad poco vista. Era una maestra de maestras, natural de Convenio municipio del Líbano.
El colegio departamental
Durante algún tiempo el doctor Lisímaco Suárez y don Eugenio Sánchez hicieron gestiones continuamente ante la Asamblea del Tolima para lograr la reapertura del Colegio.
Después de muchos esfuerzos se aprobó la apertura del colegio, mediante ordenanza 019 del 27 de noviembre de 1.964, el cual sería sostenido por el departamento con el Nombre de “ARTURO MEJIA JARAMILLO” en honor a su memoria.
primero de julio de 1.965 se empezaron sus gestiones para su funcionamiento. El municipio ofreció el local de la antigua escuela Francisco de Paula Santander. Esta escuela fue demolida para iniciar la construcción del local propio.
Se organizó un movimiento pro-construcción encabezado por el cura párroco Diego Rivera, por Canducha de Bermúdez, Melva de Quezada y otros.
El dinamismo del cura párroco fue definitivo pues con sus actividades se construyeron las primeras aulas en poco tiempo.
Debido a esto el colegio se reabrió el 11 de febrero de 1.966 bajo la dirección de un ex alumno de su primera época, el administrador de empresas Franco Barragán Gutiérrez.
Se hacia notorio el cambio de mentalidad en las gentes pues ahora todo el pueblo cooperaba junto al sacerdote y las autoridades municipales en progreso del Colegio, realizándose reinados, y marchas del bloque para conseguir fondos para el colegio.
Desde la década del setenta
En 1.976 el establecimiento gradúa la primera promoción de bachilleres y logra la aprobación de estudios por dos años gracias a la visita de los supervisores nacionales enviados por el ministerio.

En 1.984 el nuevo rector José Augusto Gonzáles Zárate, caracterizado por su dinamismo, logra con la ayuda de la ciudadan?a la construcción de la cancha de basquetbol.
La tragedia de Armero
El 14 de noviembre de 1.985 el colegio fue utilizado como albergue para muchas familias que habían quedado sin hogar a raíz de la tragedia ocasionada por la erupción del Volcán nevado del Ruiz, el cual destruyó la importante ciudad hermana de Armero en la noche anterior a las 11:45 PM, arrasada en menos de 10 minutos.
El plantel también sufrió pérdidas humanas, entre ellos el rector, el inolvidable José Augusto González Zarate muy querido por la comunidad Leridense, los profesores Noel Bastos, Emilse Chávez, Pedro Mendieta, Olga Meneses, Hernán Escobar y muchos alumnos y ex alumnos.
En 1.987 fue necesario crear la jornada de la tarde para poder dar cobertura total y así suplir la falta de aulas, pero nuevamente surgió el problema del profesorado insuficiente para atender la segunda jornada.
Con la colaboración del fondo de Reconstrucción RESURGIR, entidad creada por el gobierno para atender la emergencia, se dotó de muebles y se reacondicionó la planta física, además se hicieron otras mejoras locativas al plantel.
En ese entonces la institución quedó conformada por cinco secciones que eran: La Jornada de la mañana, La jornada de la Tarde, La Jornada de la Noche, El satélite de Delicias y el Satélite de la Sierra, con un total en el año 2.000 de 1.250 estudiantes, 5 coordinadores y 64 docentes.
En 1.994, bajo la dirección de Germán Eliécer Chávez Chávez, se consigue un lote anexo con la intención de construir un escenario deportivo.
Culminó en este año la labor docente del profesor Nacianceno Rivas después de 35 años al servicio de la educación, fue notorio su desvelo por el medio ambiente y sus triunfos con las escuelas de baloncesto infantil.
En el año 2.000 muere el licenciado. Humberto Agustín Herrán Rondón ex alumno y docente quien organizó la banda de música del Colegio.
En el año 2.001, se dota y se organiza la sala de Nuevas Tecnologías Ernesto Samper Pizano, con un servidor para el docente y 23 equipos para los estudiantes.
El año 2002, marca una nueva época en el plantel, es así como:
Se organizan independientemente, el satélite de la Sierra como Colegio Juan de la Salle integrado con la escuela de La Sierra; y el satélite de Delicias como Colegio de Delicias integrado con la escuela de Delicias.
Se inició la básica primaria en la sede central en la cual se construyeron cinco nuevas aulas con el apoyo del alcalde Licenciado Ferney Santofimio Fajardo.
Se termina el bachillerato nocturno por grados y se inicia el bachillerato nocturno por ciclos.
Es de destacar la labor meritoria de muchos ex alumnos entre ellos, MANUEL FLORES de origen humilde en la vereda de Delicias y hoy catedrático de la Universidad Nacional de Colombia y con altos estudios en el extranjero.
La población estudiantil se multiplicó en forma alarmante presentándose serios inconvenientes por falta de profesores para iniciar las labores. Con grandes esfuerzos se logro superar la crisis.
Han sido rectores del establecimiento:
Germán Eliécer Chávez 1994
José Fernando Bermeo 1995
Escudo, himno e Historial jurídico de la institución
Escudo

HIMNO
Salve audaz juventud que con brío.
Vais en busca de un noble ideal
Loa a ti y a tus fundadores
Que el pueblo jamás olvidar?
Estos muros vetustos del tiempo
donde se forma ferviente el saber
Serán mudos testigos de siempre
nuestros triunfos radiantes de fe.
Salve audaz juventud que con brío.
Vais en busca de un noble ideal
Loa a ti y a tus fundadores
Que el pueblo jamás olvidará
Y mañana al mirarlo de lejos
como el ave que el nido dejó
Forjar su recuerdo la fibra
de su ardiente y febril corazón.
Salve audaz juventud que con brío.
Vais en busca de un noble ideal
Loa a ti y a tus fundadores
Que el pueblo jamás olvidará
D.R.A
Historial jurídico de la institución educativa técnica colegio “Arturo Mejía Jaramillo”