LÉRIDA
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Peregrinaciones a Coloya

PEREGRINACIONES A COLOYA

El santuario de Coloya después que trasladaron su virgen para Lérida luego este pasó a ser cabecera municipal, este quedó abandonado y ya nadie volvió a congregarse en este templo. Iniciando los años 80 el sacerdote de ese entonces Nelson Trujillo decidió vender su techo y madera por unos cuantos pesos, dando así la anuencia para que fuera desmantelado este patrimonio histórico y religioso de Lérida.

Poco a poco los muros que habían quedado desprotegidos empezaron a desmoronarse por efecto de la lluvia y el abandono; donde antes había muros ahora solo había una pila de escombros y tierra de color rojizo producto de la erosión de los muros de tapia pisada que formaban la iglesia. Lo único que se encontraba en mejor estado eran unas paredes que se construyeron en la parte de atrás del templo y que se hicieron en concreto fundido en 1951, al igual que el altar que también se hizo en concreto y era donde descansaba la virgen originalmente. En ese mismo lugar se dejo una figura de la virgen del carmen, misma que permanece hasta hoy y que es llamada la virgen de Coloya.

Desde el 2006 aproximadamente algunas personas empezaron a visitar las ruinas del templo y junto con algún habitante del caserío se empezaron a hacer las primeras limpiezas y desmalazada del sitio, empezando así el interés de la gente por volver a mirar lo que quedaba de la otrora gran iglesia de Coloya.

Los párrocos de la iglesia central de lerida empezaron a programar visitas y romerías a las ruinas del antiguo santuario y a realizar misas lo que hizo que se acelerara su deterioro, ya que las personas en un acto de total irresponsabilidad se suben a sus derruidos muros y los niños toman estas ruinas como parque de diversiones correteando por todos lados y destruyendo lo poco que queda de lo que alguna vez fue un sitio de romería de gentes llegadas de todos los rincones del departamento y el país.